La fábrica de la memoria

La villa de Torrelavega, la segunda población más grande de Cantabria, no es especialmente conocida fuera de sus fronteras. Sin embargo es una población que aún conserva una atmósfera de pequeña ciudad industrial (y no sólo por la contaminación) de esas que vemos en documentales de la tele sobre ciudades del Este de Bélgica o la Cuenca del Ruhr. Torrelavega, entonces uno de los puntos de industrialización más importantes del norte de España, aún conserva tres grandes complejos industriales casi intactos, además de numerosos barrios obreros, estaciones de tren, puentes, palacetes de ingenieros e interesantes edificios del movimiento moderno, esos que siempre se dice que son "feos" pero que en el fondo nadie quiere que los toquen. Su turismo está enfocado principalmente como lugar de paso entre la ciudad de Santander y localidades cercanas y turísticas como Santillana del Mar, además de estar muy cerca de la Cueva de Altamira y su réplica. Sin embargo la villa cántab

La Compañía del Ferrocarril de Langreo fue la tercera línea de las Península Ibérica, la primera de carácter industrial (también pensada para pasajeros desde su inicio) y en el momento de su cierre una de las más longevas de Europa. De esta histórica línea de ferrocarril quedan numerosos vestigios a pesar de que el tiempo y la piqueta han hecho estragos, como siempre, en su patrimonio. La visita al museo del Ferrocarril de Gijón nos permite conocer algunos de los antiguos vagones del ferrocarril. La línea sigue básicamente su trazado original y supuso una enorme inversión al tener que superar montañas y valles para llegar a la costa. Vagón de madera del FC de Langreo (Museo del Ferrocarril de Gijón) Hagamos un recorrido de sur a norte por las estaciones, viviendas y almacenes que se mantienen en pie, con mejor o peor suerte, del Ferrocarril de Langreo Estación de Pola de Laviana El punto final de la línea es la estación de Pola de Laviana, construida en 19