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El conflicto de los Balcanes en el Festival de Eurovisión

En la anterior entrada del Blog detallamos la relación entre el conflicto Rusia-Ucrania en el Festival de la Canción de Eurovisión, y cómo estos países se han lanzados "mensajes subliminales" a lo largo de los años hasta la retirada de Rusia del festival que se celebró en Kiev en 2017 y finalmente la expulsión de este país del festival y de la Unión Europea de Radiodifusión (independiente de la UE) tras invadir a su vecino en 2022. 

En estos días, y debido a las terribles imágenes que nos llegan desde Ucrania, nos viene a la mente el terrible conflicto de los Balcanes que tuvo lugar principalmente en los años 90, aunque aún no se ha resuelto. Yo era un niño entonces pero recuerdo las imágenes de una guerra que ya era televisada. Aquel conflicto también tuvo su reflejo en el festival, aunque no con boicots ni mensajes en canciones, sino de una forma más optimista. No en vano, los países que salieron de la antigua Yusgoslavia se apresuraron en ser incluidos en todos los eventos internacionales que pudiesen, como Estados independientes, y por supuesto lo hicieron en el Festival de Eurovisión, muchísimo antes de entrar, por ejemplo, en la Unión Europea.

Yugoslavia en el festival

Bandera de la antigua Yugoslavia

Los países situados más allá del Telón de Acero no participaron jamás en Eurovisión aunque solían sintonizarlo. No obstante, la Yugoslavia de Tito sí. No sólo participaba sino que era un evento esencial en la programación televisiva y musical del año, enviando a algunos de sus cantantes más populares. El Estado balcánico, el cual optaba por esa tercera vía socialista (ni con la URSS ni con el Bloque Capitalista), participaba de los eventos culturales de la Europa Occidental, y no dudó en estar siempre presente en el festival, haciendo su entrada en 1961, el mismo año que España. A pesar de ser una dictadura marxista, no sólo participó con nuestro país en el festival sino que incluso...¡nos votaba! (no, la política no incide en los resultados del festival). De hecho, en 1963 Yugoslavia fue el único país que votó a España. En 1969, cuando el certamen se realizó en Madrid, varios países amenazaron con boicotear el festival, para lo cual el régimen tuvo un gesto  político e indultó a algunos presos. Aun así Austria y Dinamarca se negaron a participar, no así Yugoslavia, que estuvo en Madrid. 

Con todo, los resultados de los yugoslavos eran bastante bajos, salvo alguna excepción. Todo cambió cuando el país estaba al borde de su desaparición, ganando en 1989 con el grupo Riva y la canción "Rock Me", en opinión del que escribe, una de las canciones más prescindibles de las que han ganado del festival. Al año siguiente debía coger el certamen y esto no se hizo en la capital del país si no en Zagreb, actual capital de Croacia, conocida por ser una ciudad más dinámica y cultural que Belgrado. Fue, por cierto, un festival muy bien organizado, salvo por el conocido fallo de sonido con Azúcar Moreno. 

En el festival celebrado en Yugoslavia
se hizo especial hincapié en la unidad europea

 

Yusgoslavia participó de nuevo en 1991 y por última vez en 1992, cuando la situación del Estado ya había implosionado y Eslovenia , Croacia y Bosnia habían proclamado su independencia. Nunca más se leyó el rótulo "Yugoslavia" en el festival. 

El dictador Tito fue el colágeno
de la débil unión yugoslava
 
 

Es necesario recordar que, si bien tras la muerte de Tito en 1980 se comenzaron a adoptar elecciones multipartidistas, la Liga Comunista siguió ejerciendo un poder dictatorial en todos las repúblicas (se trataba de un Estado federal en algunas de sus regiones). El partisano Tito fue quien mantuvo la débil unión de unos ciudadanos que constituían diferentes grupos étnicos y religiosos, enfrentados desde hacia siglos y unidos con pegamento por potencias extranjeras que tenían diferentes intereses en la península. Una vez fallecido el dictador, y a pesar de ciertas concesiones, el castillo de naipes basado en la utopía socialista reformada y adaptada, se fue desmoronando. El hecho de intentar retenerlos resucitó los viejos odios de los más extremistas, y el panorama que se vislumbró fue, como todos sabemos, de violencia fratricida, limpieza étnica, deportaciones, etc. que se convirtieron en una auténtico drama del que en España estuvimos muy atentos. 

 

Los nuevos países en Eurovisión

Los Estados desgajados de Yusgoslavia se apresuraron a tomar relevancia internacional y el Festival de Eurovisión fue uno de sus objetivos. Rápidamente se incorporaron a la UER y en 1993, meses después de su independencia, participaron en el festival. Debido a que ese año querían tomar parte Croacia, Eslovenia y Bosnia, además de algunos países del ya extinto bloque socialista, se hizo una semifinal denominada "Cualificación para Milsstreet" (lugar donde se iba a hacer el festival, en Irlanda), que se llevó a cabo en Liubliana. Casualmente fueron los tres países balcánicos los que consiguieron su pase y participaron en mayo en el festival, eso sí sin enfrentarse a Yugoslavia puesto que este país declinó participar por primera vez en su Historia. 

Lo más relevante fue la buena acogida que tuvo, especialmente, la canción de Bosnia, país que en ese momento se encontraba inmerso en su Guerra. Llevaron una canción que musicalmente no destacó (aunque quedó en el puesto 16 de 25, un puesto por debajo de Croacia, que llevaba un tema más comercial). Entonces se vivió uno de los momentos más emocionantes de la historia del certamen europeo. En el momento de las votaciones (que entonces se hacían por vía telefónica y no por satélite), cuando la presentadora del festival saludó al jurado bosnio, la señal comenzó a distorsionarse debido a la pésima situación de la infraestructura bosnia. Los 3000 asistentes al festival en el Hípico de Millstreet rompieron en un aplauso (como se ve en el video inferior). Bosnia pudo, con dificultades, leer su veredicto, en el cual votó entre otros a España, Eslovenia y, quizás por su unión cultural que no se había evaporado 100 años después, a Austria con la máxima calificación. 


 

Al año siguiente sólo Bosnia y Croacia participaron (Eslovenia quedó eliminada por su posición del 93) aunque de nuevo sin destacar en el resultado. La actuación de Bosnia volvió a ser tan aplaudida como las canciones favoritas y, a la hora de las votaciones, esta vez ya si por satélite (con imagen), la portavoz del jurado bosnio tuvo que interrumpir su conexión debido a los aplausos del público asistente.

En los años siguientes las actuaciones de estos tres países se llevaron a cabo sin ningún tipo de problema y se intercambiaron votos independientemente de la situación política y de sus minorías, aunque sólo Croacia consiguió destacar en los resultados (gracias a estupendas canciones). En 1998 debutaría en el festival otro de los países de Yugoslavia, la Antigua República Yusgoslava de Macedonia (FYROM en sus siglas en inglés). Este fue el nombre utilizado en el festival para este Estado hasta que en 2019 cambió a Macedonia del Norte, cambio del que la mayoría de los europeos se enteraron gracias al festival de ese año. 

La Guerra de Kosovo

Entre 1998 y 1999 tuvo lugar la Guerra de Kosovo, y en 1999 el polémico bombardeo de Yugoslavia por parte de OTAN, que si bien zanjó las horribles pretensiones de los dirigentes yugoslavos, violó el derecho internacional y desmidió su fuerza, aunque eso da para otro capítulo. Esto provocó que, por primera y hasta ahora única ocasión, el festival de Eurovisión no finalizase con la canción ganadora. En ese 1999 el certamen se celebró en Jerusalén y, tras la actuación de la ganadora (la sueca Charlotte Nilsson), todos los participantes subieron al escenario para cantar el himno "Hallelujah" (como se ve en el video), una canción de paz con la que 20 años antes y en ese mismo escenario Israel había ganado el festival. Se hizo en memoria de todas las personas que esa noche no pudieron disfrutar de Eurovisión, o lo hicieron preocupados por el conflicto de Kosovo y las tensiones en las fronteras de los Balcanes. 


 

Nueva era

No fue hasta 2004 cuando lo que quedaba de Yugoslavia volvió a participar en el festival, eso sí, ahora ya con otro nombre, pues nada se quería conservar del Estado fallido: "Serbia y Montenegro". Lo hizo hizo quedando en segunda posición con una preciosa balada balcánica. Participaron también en 2005 no exentos de polémica, pues el grupo que presentaron, No Name, se declaraban independentistas montenegrinos. En 2006 no participaron, y ese mismo año el Estado desapareció y se conformaron dos nuevas entidades: Serbia por un lado y Montenegro por otro. Los serbios se apresuraron en ir al festival y lo hicieron en 2007 y, además... ¡ganando!. La cantante Marija Serifovic conmovió a millones de personas con la balada Molitva (Oración), siendo una de las poquísimas ocasiones en la que una canción íntegramente en una lengua que no sea el inglés gana el festival desde que existe libertad de elección de idioma (1999). Montenegtro también participó ese año y lo hace desde entonces, aunque nunca ha llegado a quedar entre los 10 primeros puestos. En 2008 el festival se celebró, por supuesto, en Belgrado, y todos los países de la antigua Yugoslavia participaron. 

 

En el festival celebrado en Serbia en 2008 participaron
todos los ex-territorios yugoslavos

 

Mención aparte merece Kosovo. Este país proclamó, como sabemos, su  independencia de forma unilateral en 2008, con reconocimiento parcial. No todos los países reconocen su independencia, empezando por Serbia. No obstante, nunca ha participado como tal en el certamen porque no es miembro de pleno derecho de la UER. Llegará, no obstante, el día en que todo se normalice y, quién sabe, participe. 


 

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