La villa de Torrelavega, la segunda población más grande de Cantabria, no es especialmente conocida fuera de sus fronteras. Sin embargo es una población que aún conserva una atmósfera de pequeña ciudad industrial (y no sólo por la contaminación) de esas que vemos en documentales de la tele sobre ciudades del Este de Bélgica o la Cuenca del Ruhr. Torrelavega, entonces uno de los puntos de industrialización más importantes del norte de España, aún conserva tres grandes complejos industriales casi intactos, además de numerosos barrios obreros, estaciones de tren, puentes, palacetes de ingenieros e interesantes edificios del movimiento moderno, esos que siempre se dice que son "feos" a la vez que se reconoce la belleza de sus formas limpias, espectaculares espacios y llamativa estética en un contexto histórico determinado. Su turismo está enfocado principalmente como lugar de paso entre la ciudad de Santander y localidades cercanas y turísticas como Santillana del Mar, ...
Patrimonio Industrial, Historia, Arte y Cultura