Una de las tipologías más destacadas del patrimonio industrial en España son las colonias textiles catalanas. Recientemente he creado un nuevo artículo en Wikipedia sobre una de las más relevantes de la historia industrial catalana. Para no reescribirlo aquí otra vez (que lleva su tiempo), lo copio aquí añadiendo alguna nueva foto e info extra :)
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Vista de la Colonia Pons |
La Colonia Pons, también conocida como Cal Pons, es una de
las siete colonias textiles del municipio catalán de Puigreig. Fundada
en 1875, fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional en 2017, que es el equivalente a Bien de Interés Cultural en otras comunidades autónomas.
La colonia fue fundada por José Pons y Enrich, nacido en
Manresa en 1811, el cual fue además político, fundador de la Caja de Manresa y
promotor del ferrocarril de Manresa a Berga. Descendiente de una familia
vinculada a la seda durante el siglo XVIII, Josep Pons se convirtió en un
influyente algodonero. En 1876 obtiene el permiso de aprovechamiento industrial
del agua del río Llobregat, construyendo la esclusa, el canal, la sala de
turbinas y la fábrica, que se inauguró en 1880. A continuación comenzó la construcción
de las viviendas obreras. El recinto estaba perimetrado por una muralla para
controlar la salida o entrada de obreros ya que... ¡existía toque de queda! Un hecho deleznable que llevaba al extremo el control social sobre los trabajadores. Fue
destruida durante la Guerra Civil y no volvió a ser reconstruida.
Las condiciones laborales en el interior de ésta y otras
colonias catalanas de la época ocasionaron numerosos conflictos, teniendo lugar
en 1890 una importante huelga en varias fábricas de la comarca que acabó con el
despido de 150 trabajadores de Cal Pons. Tras tomar las riendas de la colonia el hijo de su fundador, Luis Gonzaga Pons,
la situación social mejoró, consolidando la llamada política del paternalismo
industrial. El proteccionismo sobre la industria catalana por parte del Estado hizo que disfrutase
desde su fundación de buena salud (en detrimento de la industria textil castellana), como otras sedes textiles de la zona,
llegando a contar con 400 familias. Un hecho (el de los aranceles) que a algunos no les interesa recordar...
Hasta la década de 1960 gozó además de una intenta actividad
cultural celebrándose festejos, se publicaba la revista Colonia Pons y se fundó
la Escuela del Hogar y la Escuela del Trabajo vinculada a la Escuela Industrial
de Barcelona.
Progresivamente, tanto la decadencia del sector textil como el
modelo de colonias textiles, hizo que fuese cesando su actividad y cerró finalmente
sus puertas en 1995. El espacio fue adquirido por el ayuntamiento, que
construyó nuevas viviendas y reutilizó alguno de los antiguos edificios para
otras empresas y albergue juvenil.
Si visitamos la Colonia Pons, debemos de prestar atención a la organización de los espacios, el paisaje, el río... y por supuesto en sus antiguos edificios. Entre ellos:
- Iglesia de San José: comenzó su construcción en 1877 de la
mano del arquitecto Josep Torres i Argullol, y en su momento fue calificada por
la prensa como la "atedral del Alto Llobregat". Es un edificio
ecléctico y neogótico, que cuenta además con una torre campanario exenta,
cripta y panteón familiar. En la iglesia se encuentra actualmente un centro de
interpretación.
- Escuela, convento, teatro y residencia femenina: construidos
con muros de piedra y ladrillo visto en ventanas y puertas.
- Torre Vella, Torre Nueva y chalé de dirección: construidas
en 1885 y 1897 en estilo historicista y rodeadas de jardín. Destinadas a dueños
y altos mandos. El chalé de dirección, más austero, fue levantado en 1900.
- Jardín y bosque: eran de carácter privado pero podían ser
usados por los trabajadores en ausencia de los dueños. Contaba con una gran
variedad de especies vegetales (plataneros, tilos, moreras, aligustres,
castaños de indias, palmeras, chopos, encinas, abetos...) así como aves
exóticas.
- Pabellones de viviendas: normalmente utilizando el
recurso de los vanos escarzanos.
El problema de Colonia Pons es, por un lado, los problemas del ayuntamiento tan pequeño para mantener en pie y en uso las antiguas colonias textiles y, por otro, su relativa "lejanía" de Barcelona, ya que si queremos ir en transporte público hasta el centro de interpretación, deberemos emplear más de hora y media. Uno de los muchos lugares industriales que visitar en España :)
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